Astures e italianos

Entre confirmaciones, reacciones, euforias y tanto movimiento en esta semana del anunciado matrimonio astur-italiano…ha sido mejor mantenerse a la espera y dejar que llegue la calma. Ha sido mejor observar con detenimiento, toros y ‘Cavaglinos’, desde la barrera.

Fernando Alonso vestirá de rojo durante los próximos 3 años. Ferrari confirmó, tras varios meses de rumores, el fichaje del piloto mediante un comunicado oficial, aunque ya algunos comentarios del español en los días previos adelantaban la noticia. “Estamos muy orgullosos de darle la bienvenida a nuestro equipo a un piloto ganador que ha demostrado su grandioso talento ganando dos campeonatos del mundo en su carrera. Fernando tiene una personalidad excepcional y haremos todo lo posible para poner a disposición de él y de Felipe un coche competitivo ", rezaba la nota.

Por tanto, Massa y Fernandito, Alonso y Felipito. Y de fondo Fisichella, que se queda de repuesto, cual rueda de segunda. El pobre Massa…fuera de servicio hasta 2010, intenta junto con la escudería conseguir un permiso de la FIA para probar el nuevo prototipo de coche (que nada tendrá que ver con el actual) prohibido durante la temporada por reducción de gastos. Pero sus condiciones, tras el golpe recibido por una pieza desprendida de un coche en el Gran Premio de Hungría, han permitido esta excepción para la vuelta del brasileño a la F1 y acelerar su recuperación.

En cuanto a Alonso, su carrera meteórica - aunque estancada durante el gran error de los dos años ingleses- parece que llega a la cúspide. Asegura que acabará su carrera en esta escudería. No aspira a más, es su sueño y lo ha alcanzado.

Desde su debut como piloto en Minardi con tan sólo 19 años, su paso por Renault, con Trulli y Fisichella, su amor por Briatore… finalmente en 2005 se convirtió en ganador del mundial. El piloto vencedor más joven de la historia. Desbancó al 7 veces campeón, a la leyenda alemana, al gran Schumacher, acabó siendo una estrella, y la estrella se largó a McLaren, lo que pensaba que sería la relechísima para su carrera. Pero allí, una estrella que brillaba en negro, lucía con más potencia. La mala suerte y las preferencias llevaron a Alonso a volver a sus orígenes en 2008, donde los coches no habían avanzado.

Así que parece que la hora ha llegado para este piloto, con un dominio absoluto de la máquina, sólo necesita alguien que le construya algo en condiciones. Y una mujer que en vez de gallos le cante algo decente.

Y, como leit motive en este blog… el hielo asoma.

En este entramado, hay una pieza que sobra, mi Raikkonen. ¿Qué hacemos con él?

Se va a McLaren, no se va, no ha recibido propuestas, ¿nadie le ha dicho nada? Él asegura que no. Incluso tontea con la idea del “suicidio laboral”, dice que deja la F1, sin embargo el Santander asegura que se le ha ofrecido un traspaso a la escudería inglesa.

Esperaremos su decisión con gran espectación.